28 de mayo de 2014

Concentrarse en las fortalezas

Cuando tienes ocasión de hablar con personal directivo de sus equipos de trabajo muchos te mencionan las áreas de mejora, las “debilidades” de su personal y todo el trabajo que habría que hacer para que lleguen a ser lo que se espera de ellos/as.

Lo curioso es que, desde mi punto de vista, la labor principal de un buen liderazgo no es tanto dedicar tiempo y esfuerzo a mejorar debilidades como a encontrar y revelar fortalezas.

¡¡Cuánto tiempo dedicado a que un pez escale árboles!!

Los grandes líderes se concentran en las fortalezas, en los talentos de cada persona. En hacer todo lo que esté en sus manos para que cada persona alcance a ser la mejor versión de si misma. Me gusta la frase que leí en un libro un día “ayudar a cada persona a ser más de lo que ya era”

No se trata de cambiar a nadie, ni de que se transforme en algo que no es, sino ajustar lo más posible quien es con lo que hace, porque lo que distingue a los profesionales excepcionales no es lo que hacen sino cómo lo hacen. Su sello único y especial.

A veces resulta más sencillo tratar a todas las personas del equipo de manera igualitaria y pretender que no existan las diferencias individuales. Salvando las distancias, es como si los padres trataran a todos sus hijos/as de la misma manera. ¿Qué sentido tiene eso? ¿No necesita cada persona algo distinto?

Tratar a todas las personas de un equipo por igual y pretender que todas las personas rindan de la misma manera en todas las áreas supone no tener en cuenta nuestra individualidad y lo que me parece más relevante, supone no comprender que no es necesario que se nos dé bien todo!!!

Sé que hay una cultura imperante que dice que si te esfuerzas, puedes lograr todo lo que te propongas. Si, es la cultura de persiste, sigue insistiendo y lo lograrás. Sólo me gustaría añadir que mientras no implique dejar de ser quien eres. Así de simple. Es mi opinión.

Creo profundamente en que no hay un solo camino para llegar a los destinos que nos propongamos y que si te centras en quien eres y en lo que se te da mejor, en lo que eres más talentoso, en lo que más disfrutas, es muy probable que cada día sea mejor. Mejor profesional, mejor padre o madre, mejor jefe, mejor….

Si seguimos poniendo el foco en lo que no se nos da bien (o lo que no se le da bien a alguien de nuestro equipo) seguiremos olvidándonos de todo el potencial que no hemos liberado todavía.

Si a Picasso no se le hubieran dado bien las matemáticas, quizá no hubiera sido un gran contable, pero….¿qué elegimos? ¿A un Picasso esforzándose por ser un contable mediocre o a Picasso uno de los mejores pintores del siglo XX?

¿Dónde pones el foco? ¿En tus fortalezas, en tus talentos o en tus “debilidades”?


26 de mayo de 2014

¿Espectador o protagonista?

Vamos a hacer un ejercicio de memoria de los acontecimientos que has vivido la semana pasada. Revisa lo que viviste el lunes, martes, miércoles y así sucesivamente de la semana pasada. Tómate tu tiempo.

Ahora, al lado de cada acontecimiento significativo, anota si fuiste espectador/a o protagonista. ¿Cuál es el resultado? ¿Qué gana? ¿Sacas alguna conclusión al respecto?

Ser espectador/a supone dejar que las cosas sucedan o que otras personas decidan lo que sucede. Ser espectador/a supone dejar el control a lo externo, supone que si lo que sucede no es lo que yo quiero o deseo me sienta quejoso/a, pesimista e incluso víctima de la situación.

En cambio, si tomo la actitud de ser protagonista provoco que las cosas sucedan, puede que el resultado sea el deseado o no, pero siento que tengo un porcentaje alto de control de situación. Si la situación no resulta como espero, me siento responsable y reflexiono cómo puedo actuar en próximas ocasiones. Asumo que hay parte de la situación que no depende de mi y acepto su dimensión y me centro sobre lo que si puedo actuar.

Es una actitud completamente distinta que puede cambiarnos la vida y cómo la vivimos. Sentirse víctima o responsable es una elección.

El primer paso es tomar conciencia de cómo estoy viviendo, en términos generales, en estos momentos y a partir de ahí cambiar, si es necesario, mi enfoque.

En un proceso de coaching, nadie va a decidir por ti qué hay que hacer, cómo y cuando, pero si te confrontará si estás actuando desde la perspectiva de espectador/a. Las quejas sobre lo que nos rodea y el victimismo forman parte de la inacción y en gran medida está basado en el miedo a coger las riendas de la vida.

Un proceso de coaching te ayudará a tomar conciencia de la importancia de pasar a la acción, de dar pasos para diseñar el futuro que quieres para provocar nuevas experiencias y revisar las creencias que están impidiendo o influyendo negativamente en tus objetivos.

Un proceso de coaching te permite reflexionar y darte de cuenta de muchos aspectos de tu forma de hacer y pensar que puede estar influyendo en los resultados obtenidos hasta la fecha. ¿Te gustaría revisarlo? ¿Te gustaría tomar conciencia?



21 de mayo de 2014

Cambio de armario

Al menos en mi entorno, esto sucede cada primavera y cada otoño. Muchas personas, cambiamos las prendas de vestir de temporada veraniega o invernal en unos meses concretos. Nos fijamos en el calendario o en las temperaturas y guardamos abrigos para sacar pantalones cortos o viceversa. 

¿Tú también lo haces? 

No se trata de tener mucha o poca ropa yo creo, sino de querer optimizar los espacios dedicados a guardarla. De buscar nuestra comodidad, un sentido práctico para hacer algo tan sencillo o complejo como es vestirnos cada día. 

Lo convertimos en un hábito y puede gustarnos más o menos. Darnos más o menos pereza. Suponernos más o menos disgustos. Aún así, lo hacemos. 

Pensemos que al menos dos veces al año, dedicamos un tiempo de nuestra vida a estos cambios. 

Ahora, te invito a pensar en esos cambios más profundos y personales, que no te animas a abordar por....¿pereza? ¿falta de tiempo? ¿falta de medios? ¿a ti qué te falta para tomar la decisión? 

Generar cambios de hábito supone un cierto esfuerzo y un periodo para practicar y generar los nuevos hábitos que sustituyan a los antiguos. Es como un cambio en tu armario un poquito más largo y que no supone abrir cajas y maletas sino abrir tu visión y tu escucha. También supone guardar o descartar lo que ya no te vale. Arreglar lo que te gusta y que tiene algún "descosido". Supone trabajar tu consciencia para mirarte de otra manera, para aceptarte, gustarte, cambiarte.....

¿Cambias tu armario interior? ¿Dedicas tiempo anualmente a ello? ¿Quieres empezar? Una opción es la formación y el coaching, si quieres, pregúntanos: info@kaiden.es 

19 de mayo de 2014

Coaching ¿por qué no empezamos?

Si las personas que conocemos los beneficios del coaching nos quedamos pensando en el por qué otras personas no lo prueban ¿qué ganamos? Seguramente nada. Pasar el rato reflexionando sobre unas cuantas posibilidades y entretener a la mente, como mucho. 

Algunos de los posibles motivos para no probar una sesión de coaching.

1. Es muy caro. 
¿Qué es muy caro? ¿Cuánto crees que cuesta una sesión? ¿Cuánto crees que deberás invertir en todo el proceso? Quizás podrías preguntar de manera directa cuanto cuesta una sesión de coaching y qué inversión supone y así decidir si para ti es caro, pensando en que la inversión redundará en un beneficio personal importante. 

2. No sé ni pronunciar la palabra y no sé de qué va eso del coaching. 
El nombre no es lo importante y se puede aprender a usar el término. Aunque parece que viene del inglés, el origen del término ha generado vocablos similares en muchos idiomas, incluso en el castellano, por lo que se puede aprender a usar. ¿Cómo funciona? Quizás lo más potente es probar una sesión. Muchos coaches (al igual que Kaiden) ofrecemos una primera sesión gratis y así puedes conocer su funcionamiento. Si después de esa sesión decides que no es para ti o que no es tu momento, simplemente, no sigues con el proceso.  

3. No sé si me apetece hurgar en mi interior....
Cuando nos duele una muela, vamos al dentista quien de verdad hurga en el interior de nuestra boca. En un proceso de coaching se trabaja, sobre todo, el presente y el futuro. No vamos a "hurgar" en el pasado, salvo que la persona lo necesite o exista algún motivo potente. 

4. Esto del coaching tiene que ver con la psicología y a mi no me convence. 
El coaching NO ES psicoterapia. Y la psicología no es más que la ciencia que trata sobre el comportamiento y los procesos mentales de las personas. Por lo tanto, la psicología abarca todo lo que somos como individuos, como personas, como seres únicos y únicas. ¿Por qué genera miedo entonces? La psicología o la psicoterapia no es sinónimo de manipulación, de control o de cambios no deseados, sino todo lo contrario. Son puertas para aprender a conocernos y a gustarnos, a encontrar el bienestar y la dicha siendo quienes somos... al final no suena tan mal. 

5. Me da pereza. 
Quizás si este es tu motivo, no te sientes del todo motivada o quizás no sabes que un proceso de coaching se adapta a tu ritmo a tus necesidades y que una vez que empiezas, no te das cuenta del paso del tiempo o del tiempo que has invertido....pues aprendes a fluir y a disfrutar incluso de cada sesión. No pienses que invertirás años en un proceso de coaching, pues no es así. 

¿Se te ocurren otros motivos por lo que algunas personas no quieren empezar un proceso de coaching? ¿Qué les dirías? 

14 de mayo de 2014

¿Qué es ser libre para ti?

Sentirse libre es algo más que una condición dada. Estoy segura que muchas personas han encontrado esa paz y libertad interior en momentos donde otras se sentirían completamente atrapadas. Es algo que quizá se siente en instantes como esos. Cuando compruebas o te das cuenta que la libertad interior no es algo que nadie pueda quitarnos o regalarnos. Depende en gran medida de nosotros/as mismos.

Habla Viktor E. Frankl, prisionero durante años en los campos de concentración nazi, psiquiatra y escritor, que cuando te han arrancado de cuajo absolutamente todo, sólo queda "la última de las libertades humanas", la "capacidad de elegir la actitud personal ante un conjunto de circunstancias"

Esa libertad interior es la que hace que decidamos vivir nuestra vida con una actitud responsable o comprometida o como víctimas de lo que nos ha sucedido. Obviamente no hablo de no sentir dolor o tristeza o enfado por lo que sucede en nuestras vidas, en nuestras relaciones. Hablo de tomar la decisión de que podemos elegir qué hacemos con ese dolor, tristeza o enfado. Tomar decisiones y sentir esa libertad, ese espacio entre lo que nos sucede y lo que hacemos después.

Os dejo un vídeo de una canción de Nina Simone. Nina Simone provoca en mi un sentimiento tan poderoso. Su forma de estar en el escenario, de cantar, de sentir, de tocar el piano. Sus letras son maravillosos descubrimientos.

Descubrí hace poco esta canción. "How it feels to be free" "Qué se siente al ser libre" y me ha inspirado para escribir esta entrada. Espero que os guste tanto como a mí.





12 de mayo de 2014

¿Es el camino y no la meta lo que nos hace fluir?

Si es cierto que las personas que nos dedicamos al coaching tenemos una serie de palabras o términos muy presentes. Una de ellas es la palabra Meta. Cuando iniciamos un proceso de coaching definimos cual es la meta que el cliente desea conseguir o lograr. Qué es eso que anhela, desea, necesita…

Y si bien eso es importante, muy importante, para enfocar el trabajo que se va a comenzar, también lo es saber “para qué” desea lograrlo. Qué espera encontrar debajo de esa meta (casi como escondido)

Y para mi esa es una de las claves más importantes de cualquier meta o reto que nos propongamos, con o sin el apoyo del coaching.

¿Para qué quiero lograr esa meta? ¿Para qué quiero ese cambio? ¿Para qué?

Veía el otro día la película “En solitario” y, sin ánimo de hacer ningún spoiler por si hay alguien que se anima a verla, creo que en el trasfondo de esta película, más allá de mensajes sobre la amistad, la confianza, la inmigración, etc, existe una idea que sobrevuela y es esa del ¿para qué lo estoy haciendo? Más allá de lograr o no la meta…¿Qué es lo que supone ésta para mi? ¿Qué busco o anhelo poniéndola en mi camino? ¿Qué estoy dispuesta/o a hacer para lograrla?

Soy de la opinión que en muchos casos las metas no son importantes, pues vaya coach!!!. Me explico. En muchos casos lograr o no lo meta no es lo más importante, sino el camino que recorro para lograrla. Lo que me hace crecer, explorar nuevos registros, salir de mi zona de confort, aprender, descubrir, sentir que estoy viva, en muchos casos no es lograr la meta, sino caminar para lograrla.


7 de mayo de 2014

Transformar la energía

Esta mañana, cuando te has levantado, ¿qué has sentido? ¿cómo visualizaste tu día? 

Después, al desayunar ¿qué sensaciones aparecieron en ti? ¿qué pensamientos te visitaron? 

Piensa en qué tipo de energía ha inundado tu cuerpo esta mañana. Piensa en cómo era esa energía, de qué forma salía. 

Espero que hayas visualizado tu energía de hoy como una energía "para" y no como una energía "contra". Aún así, puede ser que al salir de casa te hayas encontrado con algunas personas cargadas de energía "contra". 

Esta energía nos lleva a sentir, pensar y expresarnos de determinadas maneras. Visualizamos al resto del mundo como un oponente en lugar de ver a las personas como potenciales compañeras para conseguir algún objetivo. ¿Te suena familiar esta visión? 

Podemos cambiar nuestra manera de observar y de observarnos. Podemos elegir transformar la energía "contra" que podamos tener y duplicarla en forma de energía "para". La primera suele restarnos, retroalimenta cansancio emocional y mental. En cambio, el segundo tipo de energía se multiplica en función de a cuantas personas involucremos, es energía creativa, constructiva y genera motivación y visión. 

Si dejas de ver al resto de personas como oponentes, tu manera de relacionarte y de hablar con ellas también cambiará y podrás empezar a vivir la transformación energética en ti. 

En parte, la energía "contra" alimenta nuestros conflictos. Alimenta una visión y vivencia desde la oposición y por lo tanto es "necesario" vivir en conflicto casi permanente nuestras relaciones. 

Este viernes vamos a trabajar algunos recursos que nos permitan enfocarnos más en la energía "para". ¿Te apetece acompañarnos? 


5 de mayo de 2014

Observaciones y opiniones

"No existen hechos que nos sean dados inmediatamente;
sólo manejamos 
interpretaciones".
Nietzsche
Tenemos diferentes formas de expresar una misma idea: a través de nuestra observación sobre lo que sucede o bien a través de nuestra opinión sobre lo que observamos que sucede. 

En ocasiones se habla de las opiniones y juicios como si fuesen algo maligno, dañino, cargado de una intencionalidad oculta. 

Es posible que existan estas motivaciones detrás de algunos juicios, sin embargo, estoy de acuerdo con Leonardo Wolk en  "El arte de soplar las brasas" cuando indica que en sí, los juicios u opiniones no son ni buenos ni malos, ni mejores o peores que las observaciones. 

Lo importante radica en nuestra consciencia al expresarnos de una u otra manera. ¿Para qué emito esta opinión? ¿qué espero lograr con ella? ¿cual es mi objetivo? ¿en qué está fundamentada? ¿qué ha sucedido con anterioridad para que elija expresar esto y de esta manera? Es decir, si soy consciente de mis por qués y mis para qués, la opinión expresada tiene un sentido. 

Nos suele suceder que expresamos opiniones sin antes preguntarnos su funcionalidad u objetivo. En esos casos podemos estar enredándonos en intenciones o motivaciones ocultas o dañinas. En estos casos, en un proceso de coaching aprenderemos, a través de las preguntas de nuestro/a coach a tomar consciencia sobre mi manera de expresarme y entonces estaré en posición de elegir. "Ahora sé como lo he hecho hasta ahora, ¿qué quiero cambiar?". 

Creo que es importante en ocasiones quitar el hierro que algunos conceptos o recursos llevan encima, con esos rótulos que les hemos dado de "bueno" o "malo". Creo que tomar consciencia también pasa por mirarnos de manera amable y comprensiva, darnos permiso de no ser perfectos ni perfectas y aprender a ser, desde la consciencia y responsabilidad personal.