25 de octubre de 2010

¿Sabes quién eres?

¿Quién soy yo? Se dice a sí mismo Buddy Fox, desde la terraza del flamante apartamento que acaba de adquirir en pleno centro de Nueva York... curioso que en el momento de mayor éxito, alguien se plantee una pregunta así...

Hace unos días revisité la película Wall Street, dirigida por Oliver Stone. Es una película del año 1987, pero que dadas las circunstancias que han motivado la actual crisis económica mundial, es de una actualidad que asusta (tal vez por ello, acaben de estrenar la segunda parte).
Más allá de hacer una disección en profundidad del largometraje, hubo varios aspectos de la película que me fascinaron, fundamentalmente los dos personajes principales: Gordon Geeko (Michael Douglas) un tiburón financiero sin escrúpulos, sin piedad, sin dudas morales…y el protagonista Buddy Fox (Charlie Sheen) el héroe que descubre cuáles son sus verdaderos valores, cuando es confrontado por las circunstancias.
No voy a haceros un resumen de la película (muy entretenida y muy recomendable), simplemente la menciono porque a raíz de verla me surgieron un montón de preguntas en la cabeza.
Wall Street fue, en su momento, el exponente cinematográfico de lo que, aquí en España, se dio en llamar la cultura del pelotazo… un concepto que como bien hemos visto sigue totalmente vigente.
¿Especulación? ¿Enriquecimiento fácil? Por supuesto, pero creo que hay algo mucho más profundo detrás.
Mientras que en EEUU, el capitalismo de los 80 llegó a un nivel metonímico (lo único importante es el dinero- le decía Gordon a Buddy en un final verdaderamente grandioso), en España no hemos llegado a esa sutilidad conceptual (ni siquiera más de 20 años después) porque aquí lo único que verdaderamente sigue importando a mucha gente es la apariencia.
Aparentar que se tiene, no es lo mismo que tener (los bancos saben mucho de esto).
Y tener no es lo mismo que ser.
Nos hemos equivocado de pé a pá, no nos hemos dado cuenta de casi nada.
Seguimos instalados en el tener.
Seguimos atados a un concepto virtual, como es el dinero, al que le hemos dado una importancia casi sagrada. Vivimos pendientes de él, sin prestar atención a que el dinero, por sí mismo no es nada, más que un valor de cambio otorgado por consenso.
Tal vez esta crisis nos ayude a salir de la rutina, de esa rueda en la que andamos metidos como los hámsters, dando vueltas, y podamos ver la realidad desde lugares diferentes…podamos hacernos preguntas que antes no nos hacíamos.
Quizás preguntas como ¿Qué puedo hacer para conseguir más dinero? o ¿Cómo conseguir un trabajo? Puedan ser sustituidas por ¿En qué soy distinto? ¿Qué puedo aportar a la sociedad? ¿Qué puedo ofrecer a los que me rodean?
No son preguntas mágicas. Las respuestas sólo te servirán a ti, a conocerte mejor y a saber qué camino escoger con mayor probabilidad de éxito.
Quien sabe… probemos suerte… si haciendo lo que veníamos haciendo hasta ahora, no ha dado resultado. Quizás debamos cambiar.

Gordon Geeko (Michael Douglas) con un arcaico teléfono móvil (de los primeros que se hicieron allá por los 80), camina por la playa. Buddy está al otro lado de la línea… Gordon el tiburón de Wall street, el hombre insensible sin escrúpulos, se queda inmóvil, absorto – Qué barbaridad (le dice a Buddy) tendrías que ver esto, está amaneciendo. Nunca he visto un cuadro que capte la belleza del mar en un momento como éste.
Gordon, durante un momento, se dejó llevar por la vida, por lo que hay de verdad en todos nosotros. Tristemente para él, no fue capaz de prolongar demasiado ese momento… tal vez no se hizo las preguntas adecuadas.

No dejemos que a nosotros nos pase lo mismo.

19 de octubre de 2010

Bienvenidos

Hola a todos.
Pretendemos abrir con este espacio un hueco a la reflexión.
No a una reflexión descriptiva y autorreferencial sobre el coaching y la inteligencia emocional… ya hay un montón de blogs que se dedican a esas cosas.
Por supuesto que hablaremos de emociones, de metas, de sueños pero también de otras muchas cosas que forman parte de nuestro día a día; de ese robusto andamiaje de lo cotidiano formado por un montón de pequeñas cosas, que se cuelan como a hurtadillas para desbaratarnos nuestros planes. O por qué no, de ese gran monstruo (llamado crisis) que nos acecha en cada rincón, en cada esquina, a cada momento.
De pequeñas reflexiones en voz alta, nace la empatía y el reconocimiento de que no somos tan diferentes, de que no estamos tan solos. Porque al fin y al cabo lo que te pasa a ti, es muy probable que me haya pasado a mí, o que me pueda pasar en un futuro.
Así que este será un blog donde nos dejemos llevar. Una especie de baúl virtual repleto de películas, canciones, libros, artículos, reflexiones, sensaciones y sobre todo emociones.
Cosas que podamos compartir y llevarnos en la mochila, para poder sacarlas cuando las necesitemos.
Dicho todo esto (ya habrá tiempo para extendernos más)… sed bienvenidos a nuestro blog.
Bienvenidos a los cuadernos de Kaiden.